lunes, 20 de abril de 2009

Los periodistas del Cachay

Sin lugar a dudas la prensa diaria pese a todo, es fuente de conocimiento y de aprendizaje. Palabras casi olvidadas retoman vigencia: “pedofilia”, “proxeneta”, “estupro”, “tag”, “opinólogo”, “farandulizar”, que habrá que incorporar al acervo lingüístico.
Este último tiempo constatamos con sorpresa que presiones, filtraciones, conductos se aplican con más frecuencia al ámbito judicial que a la gasfitería. Más extrañamente, uno se entera de que hay intentos de blindar a una ministra.
Pero hay aspectos menos amables.
Primer noticiario de la mañana. Panorama cultural. Nos informa una especialista en el ámbito: “Apareció una obra del cura Valente con los mejores poemas de Nerúa y a un precio súper acsequible. Sólo $5.500”. Macarena permanece inmutable. “Cinco lucas y media”, hubiera estado más al nivel.
¿La comunicadora es una representante de los noveles periodistas del cachay? Informal, coloquial, cercana. Para ella, “accesible”, “asequible” y “accequible”, valen lo mismo.
Y sin salirnos del ámbito cultural nos enteramos de que el Ballet de Santiago viajó a Argentina a interpretar el “pax de deux de Don Quijote”.
Un titular procedente de Valparaíso, patrimonio cultural de la humanidad, “Mendigos no hayan como resistir el frío”, que encuentra su correlato capitalino: La película…haya su más alta inspiración en la cinta de Cecil B…” equivalente a “…la zaga del Sr. de los anillos” y a “…las aprehensiones de la cantante… eran infundadas” y a un par de aportes del decano de la prensa en lengua española “…sus aprehensiones eran absolutamente ciertas”. Y “un poco de queso rayado para gratinar…” el convenio de colaboración mutua”. “Cualquier erupto…”
El decano nos informa con horror de las inhumanas torturas de los militares a sus indefensos prisioneros “/Graner/… golpeó repetidamente con una luma a un detenido que tenía sus piernas heridas y estaba esposado a una cama”. Pero el escenario no es Villa Grimaldi, sino Abu Ghraibd y las víctimas no son chilenos sino iraquíes. ¿Qué hace allí nuestra luma nacional y autóctona? ¿Se ha globalizado?
Botones de muestra gruesos, que podrían multiplicarse generosamente.
¿A qué se deben? A dos razones: Las empresas periodísticas no tienen interés en entregar a sus lectores un producto lingüísticamente irreprochable. Para ello bastaría con contratar correctores calificados y usar rigurosamente manuales de estilo como en países más respetuosos del bien hablar.

Por otra parte, es evidente que muchos periodistas tienen serias deficiencias en el manejo del lenguaje. No es aceptable que un ingeniero haga cálculos equivocados, ni que los cortes de un cirujano sean sólo aproximados. ¿Cómo se reciben periodistas que no manejan su herramienta fundamental: la lengua castellana?

De norte a sur funcionan 42 escuelas universitarias de periodismo. Si suponemos sólo cinco asignaturas por semestre, requieren nada menos que de unos dos mil profesores universitarios especializados. ¿Tenemos en el país ese número de especialistas? Si no es así, se está engañando a muchos jóvenes que no reciben una preparación adecuada, pese a los altos costos, y al país, porque se está otorgando títulos a estudiantes no calificados.

Y el problema es más serio aún. Cada periodista aunque no lo quiera tiene una poderosa influencia en la evolución lingüística de una sociedad. Son paradigmas, cuyos usos difunden. El Ministerio de Educación ha promovido el empleo de los periódicos como material didáctico.
La prensa es sumamente crítica con el poder judicial, con los políticos, con el Gobierno, con la Educación. ¿No será hora de ejercer una sana autocrítica?

Dr. Leopoldo Sáez G.
USACH.
El Mercurio de Valparaíso
Domingo 15 de agosto de 2004.




Veámos qué pasa acá y si sale en directo?


Uso y abuso de el Español. Varios temas que ya hemos tratado en clase.



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